1.- Prioriza tus necesidades para comprar lo que realmente necesita tu familia. Cada individuo o familia tiene necesidades propias, por lo que es necesario analizar y ordenar los gastos según su importancia, identificando aquellos que son indispensables. También se aconseja preguntarse lo que se va a comprar, de contado o a crédito, realmente es necesario.
2.- Compara precios y calidades con objeto de aprovechar la competencia entre proveedores. La investigación previa es básica para realizar una buena compra, lo que requiere tiempo, con la posibilidad de identificar ofertas o promociones de los artículos a adquirir.
3.- Paga a tiempo tus deudas y así evitarás el pago de intereses. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) aconseja liquidar el saldo de las tarjetas de crédito en la fecha que indica el estado de cuenta, para así construir un buen historial crediticio.
4.- Ahorra en la medida de lo posible, para obtener un mejor provecho de tus ingresos en el futuro. Fomentar la cultura del ahorro es un trabajo en equipo en el que debe participar la familia.
5.- Establece metas realistas para identificar deseos posibles. Se recomienda fijarse un objetivo específico, factible de medir y con una fecha de cumplimiento para alinear el esfuerzo financiero, lo que permitirá tener unas finanzas sanas y no tener sobresaltos.
6.- Haz un gasto consciente y evita las compras por impulso. No planear el uso del ingreso puede provoca gastos innecesarios que desajusten las finanzas familiares. Se recomienda llevar cada gasto a nivel consciente, cuestionando si lo que se va a comprar tiene una razón de ser.
7.- Utiliza el crédito a tu favor, no adquieras deudas que no puedas pagar. El crédito y las tarjetas de crédito son muy útiles para adquirir bienes o servicios que difícilmente se pueden comprar en efectivo, pero se utilizan de manera irracional se pueden convertir en un problema.
8.- Reduce deudas a fin de no destinar una parte importante de tu ingreso a su pago. Para diseñar una buena estrategia de reducción de deudas es necesario identificarlas y, si es el caso, reconocer que existe un problema.
9.- Analiza tus finanzas familiares con objeto de elaborar un presupuesto que te permita cumplir tus metas. Conocer ingresos, gastos, activos, deudas y ahorros permitirá el mejor aprovechamiento de los recursos, los cuales siempre son limitados.
10.- Elabora un plan de gastos con la finalidad de ajustar tus desembolsos, para distribuir los ingresos de forma que se satisfagan las necesidades de la familia.
2.- Compara precios y calidades con objeto de aprovechar la competencia entre proveedores. La investigación previa es básica para realizar una buena compra, lo que requiere tiempo, con la posibilidad de identificar ofertas o promociones de los artículos a adquirir.
3.- Paga a tiempo tus deudas y así evitarás el pago de intereses. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) aconseja liquidar el saldo de las tarjetas de crédito en la fecha que indica el estado de cuenta, para así construir un buen historial crediticio.
4.- Ahorra en la medida de lo posible, para obtener un mejor provecho de tus ingresos en el futuro. Fomentar la cultura del ahorro es un trabajo en equipo en el que debe participar la familia.
5.- Establece metas realistas para identificar deseos posibles. Se recomienda fijarse un objetivo específico, factible de medir y con una fecha de cumplimiento para alinear el esfuerzo financiero, lo que permitirá tener unas finanzas sanas y no tener sobresaltos.
6.- Haz un gasto consciente y evita las compras por impulso. No planear el uso del ingreso puede provoca gastos innecesarios que desajusten las finanzas familiares. Se recomienda llevar cada gasto a nivel consciente, cuestionando si lo que se va a comprar tiene una razón de ser.
7.- Utiliza el crédito a tu favor, no adquieras deudas que no puedas pagar. El crédito y las tarjetas de crédito son muy útiles para adquirir bienes o servicios que difícilmente se pueden comprar en efectivo, pero se utilizan de manera irracional se pueden convertir en un problema.
8.- Reduce deudas a fin de no destinar una parte importante de tu ingreso a su pago. Para diseñar una buena estrategia de reducción de deudas es necesario identificarlas y, si es el caso, reconocer que existe un problema.
9.- Analiza tus finanzas familiares con objeto de elaborar un presupuesto que te permita cumplir tus metas. Conocer ingresos, gastos, activos, deudas y ahorros permitirá el mejor aprovechamiento de los recursos, los cuales siempre son limitados.
10.- Elabora un plan de gastos con la finalidad de ajustar tus desembolsos, para distribuir los ingresos de forma que se satisfagan las necesidades de la familia.
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