lunes, 29 de septiembre de 2008

El panorama de la economía de EE.UU. es aún desolador

Pongo a su disposición el artículo que salió el día de hoy 29 de Septiembre en el famoso periódico de negocios THE WALL STREET JOURNAL AMERICAS donde habla un poco sobre la crisis financiera de la que hasta hoy es considerada la economía más fuerte y más grande de todo el planeta: la poderosa nación de Estados Unidos de Norte América. Analicemos pues el panorama que contemplan los especialistas en finanzas y economía para ésta gran nación y saquemos nuestras propias conclusiones.
El artículo dice:
Justin Lahart y Kelly Evans
"El plan que el Congreso estadounidense esbozó durante el fin de semana para rescatar al sistema financiero ofrece un bálsamo muy necesitado por los golpeados mercados de crédito. Aun así, es poco probable que pueda evitar que la mayor economía del mundo caiga en una recesión. Las últimas noticias económicas han sido poco alentadoras. En una señal de que el mercado inmobiliario sigue deteriorándose, las ventas de casas nuevas cayeron abruptamente el mes pasado, informó la semana pasada el departamento de Comercio de EE.UU. La confianza de los consumidores sigue en declive y los indicadores semanales de ventas minoristas muestran que los compradores están reduciendo los gastos. Los expertos anticipan que el informe de desempleo del viernes indique que la economía perdió 150.000 empleos este mes."Desafortunadamente, las personas están en lo cierto al esperar una recesión en estos momentos", dice Barry Eichengreen, un economista de la Universidad de California en Berkeley.El consumo está sufriendo: está a punto de caer en el tercer trimestre de este año y posiblemente también en el cuarto. Esto marcaría el primer descenso en el consumo trimestral desde la recesión de 1990-1991.Los estadounidenses están lidiando con un desempleo creciente y con precios de combustible y de alimentos más altos. En medio de una crisis financiera protagonizada por la caída de los precios inmobiliarios y la quiebra de los mercados hipotecarios, un auge del refinanciamiento hipotecario al estilo de 2001 no es una opción."


En una época de crisis como la que se experimenta actualmente de manera global: crisis alimentaria, crisis de inseguridad, crisis familiar y más reciente y la más mencionada en las últimas semana la "crisis financiera", es imperativo que hagamos una pausa en nuestras vidas y nos detengamos a pensar por un momento en los tiempos tan difíciles y tan importantes en que estamos viviendo. Nuestro mundo se está colapsando poco a poco ante nuestros ojos y lo más lamentable de todo es que muchas veces estamos tan acostumbrados a escuchar y ver los hechos que nos rodean que no somos capaces de reaccionar ante la magnitud de tales acontecimientos que marcarán el rumbo de nuestras vidas y de este mundo en decadencia.
¿QUÉ ESTA SUCEDIENDO? es la pregunta que deberíamos hacernos hoy más que nunca. La respuesta que he encontrado es que cada día el hombre se está alejando más y más de la voluntad de Dios. Con nuestras actitudes de indiferencia, de rechazo a las cosas divinas y por confiar en nuestras propias riquezas, aferrándonos a las cosas materiales, lo que estamos haciendo es decirle a Dios que no lo necesitamos y que podemos vivir sin él.
La actual crisis económica deja en total evidencia lo frágil y vulnerable del sistema financiero mundial en el cual muchos hombres, familias y organizaciones confían y ponen todas sus esperanzas para asegurar su patrimonio y su futuro.
La buena noticia es que Dios nunca nos abandona y siempre está listo para atender nuestras necesidades, El quiere lo mejor para cada uno de sus hijos. No se nos olvide que solamente Dios nos puede ofrecer seguridad en todos los aspectos de la vida. La economía que Dios nos ofrece es un sistema financiero perfecto, no tiene deficiencias y es el más seguro y saludable de todos. En la Biblia nos dice "No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan." (Mateo 6:19-20)
Aún hay esperanza para nuestras vidas, siempre y cuando aceptemos el plan de Dios para cada uno de nosotros. No importa lo que pase en el mundo y no importa las crisis que vengan, Dios ha prometido estar con nosotros todos los días. Solamente hay que confiar en sus promesas y hacer su voluntad.
Que Dios los bendiga y les dé sabiduría para librarse de muchas crisis.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

El Collar de Maria

Maria era una linda niña de cinco años de ojos relucientes. Un día mientras ella visitaba la tienda con su mamá, Maria vio un collar de perlas de plástico que costaba $2.50 dólares.¡¡Cuánto deseaba poseerlo!! Preguntó a su mamá si se lo compraría, su mamá le dijo:- Hagamos un trato, yo te compraré el collar y, cuando lleguemos a casa, haremos una lista de tareas que podrás realizar para pagar el collar. Y No te olvides que para tu cumpleaños es muy posible que tu abuelita te regale un billete de un dólar ¡¡enterito!!, ¿Está bien?Maria estuvo de acuerdo y su mamá le compró el collar de perlas.Maria trabajó mucho con tesón todos los dias para cumplir con sus tareas, y tal como su mamá le había mencionado, su abuelita le regaló un billete nuevo de dólar para su cumpleaños.En poco tiempo Maria canceló su deuda.Maria amaba sus perlas, ella las llevaba puestas a todos lados, al Kinder, a la cama y cuando salía con su mamá hacer los mandados. El único momento en el que No las usaba era cuando se bañaba, su mamá le había dicho que las perlas con el agua le pintarían el cuello de verde!Maria tenía un padre que la quería muchísimo. Cuando Maria iba a la cama, el se levantaba de su sillón favorito para leerle su cuento preferido.Una noche, cuando terminó el cuento, le dijo: "¿Maria tú me quieres?", Oh si papá tú sabes que te quiero."Entonces regálame tus perlas""¡Oh papá!" mis perlas No. "Pero te doy a Rosita, mi muñeca favorita ¿la recuerdas? Tú me la regalaste el año pasado para mi cumpleaños y te doy su ajuar también ¿está bien papá?"Oh No hijita!, está bien, No importa", dándole un beso en la mejilla, "buenas noches pequeña"Una semana después, nuevamente su papá le preguntó al terminar el diario: "¿Maria, tú me quieres?""¡Oh si papá tú sabes que te quiero!""Entonces regálame tus perlas"¡Oh, papá No mis perlas! Pero te doy a lazos, mi caballo de juguete, ¿lo recuerdas? Es mi favorito, su pelo es tan suave y tú puedes jugar con el y hacerle trencitas. Tú puedes tenerlo si quieres papá"Oh no hijita, esta bien," le dijo su papá dándole nuevamente un beso en la mejilla, "Dios te bendiga buenas noches y dulces sueños"Algunos dias después, cuando el papá de Maria entró a su dormitorio para leerle el cuento, Maria estaba sentada en su cama y le temblaban los labios, "toma papá" dijo, y estiró su mano. La abrió y en su interior estaba su tan querido collar, el cual regaló a su padre.Con una mano él tomó las perla de plástico y con otra extrajo de su bolsillo una cajita de terciopelo azul. Dentro de la caja había unas hermosas perlas genuinas. El las había tenido todo ese tiempo, esperando que su hija renunciara a la baratija para poderle dar la pieza de valor.Y así es también nuestro padre celestial. El está esperando a que renunciemos a las riquezas terrenales y pasajeras, a las cosas sin valor en nuestras vidas para podernos dar preciosos tesoros.
Cuando aceptemos el plan de Dios para nuestras vidas en lo que se refiere a nuestras finanzas, las cosas materiales que nos hacían felices, pasarán a segundo término, porque sabremos con toda certeza que las verdaderas riquezas, las que son eternas, solamente el Señor nos las puede dar. Recordemos lo que dice Proverbios 10;22 “la bendición del Señor es la que enriquece, y El no añade tristeza con ella”¿No es bueno el Señor? Esto me hace pensar en las cosas a las cuales me aferro y me pregunto qué es lo que Dios me quiere dar en su lugar? Sin lugar a dudas, algo mucho mejor.Recordemos esta maravillosa promesa “Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman”. (1ª Corintios 2:9)