lunes, 2 de marzo de 2009

Actitudes que nos llevan a quedar endeudados

1. Ignorancia, porque no se nos enseñó cómo administrar el dinero. Especialmente si vivimos en una sociedad donde su filosofía es gastar: “si no tiene dinero, consígalo”. “si no puede costear el gasto, hágalo de todos modos, usted se lo merece”
2. Falta de dominio: Tenemos la tendencia de pensar que necesitamos todo “ahora” mismo. De alguna manera ha llegado a ser nuestro “derecho” el tener dos autos nuevos, ropa nueva cada semana, una linda casa y vacaciones apasionantes.
3. Mala planificación: No importa si las intenciones sean buenas, si una persona no tiene un plan que mida las entradas contra los gastos, está en camino de la deuda y problemas financieros.
El hecho de que una persona se encuentre endeudada es el resultado de una actitud anteriormente adoptada: la de no haber entendido o de no haber obedecido a los principios de Dios.
Endeudarse es un asunto que tiene que ver con los impulsos. Algunas personas tienen un deseo incontrolable de comprar cosas. A veces lo hacen para adquirir amor propio pero la mayoría de las veces por ignorancia.
Estar en deuda no es en sí el problema, la deuda es solamente un síntoma del verdadero problema: avaricia, impaciencia, temor, falta de disciplina, hábitos pobres de mayordomía, etc.
Cuando un cristiano sigue pidiendo dinero prestado, sin poder en realidad disponer de los medios suficientes como para devolver el préstamo, su categoría viene a ser la del engaño y la avaricia. No cabe duda de que este estado mental no hará otra cosa que separar a cualquier cristiano de la voluntad de Dios.

domingo, 8 de febrero de 2009

El dinero NO da la felicidad

Los Estados Unidos cambiaron para siempre cuando un carpintero, James Marshall, vio algo brillante en el río American, lo tomó y corrió a buscar a su patrón, un suizo apellidado Sutter que tenía tierras reclamadas como colonizador. El carpintero entró, desamarró el pañuelo y arrojó sobre la mesa un puñado de oro. Eso dio inicio a la "fiebre del oro". California se llenó de gente viniendo de todo el planeta. El pequeño puerto de “Yerba Buena” se convirtió en “San Francisco” y el estado entró en una prosperidad ininterrumpida. Literalmente miles de personas acudieron buscando hacerse ricas. Unos lo lograron, otros no, pero todos acudieron con una ilusión en el corazón. Los comerciantes que acudieron a vender y hacer negocios, sirviendo a los buscadores de oro con alimentos, herramientas y ropa, hicieron en general más dinero que los que buscaban la riqueza en los ríos, exponiendo su vida y peleando entre sí. Fue una época brava. El cine hoy la recuerda en forma idealizada pero la verdad es que muchos de los buscadores de oro que la vivieron y dejaron por escrito sus experiencias la muestran con toda la crudeza de la ambición desmedida, llena de traiciones, facinerosos de toda laya, gente perversa que venía con la intención de esquilmar y robar. Y aún algunos de los que lograron encontrar oro y se hicieron ricos, encontraban una vida vacía al haber renunciado a sus familias, llegando a pensar que no valía la pena el sacrificio hecho. Creo que la lección que podemos extraer es que la riqueza no da a nadie por si sola, felicidad. Si la diera, todos los asaltantes serían felices, y no lo son. El sentido común nos indica que en esta tierra, mucho más valioso que el oro, es el tiempo. De manera que rico no es el que tiene dinero y se angustia por conservarlo. Rico es el que tiene lo necesario y tiempo para disfrutarlo con la gente que ama. Todos tenemos el reto de vivir... y disfrutarlo.
Contentarse con la vida que Dios nos ha concedido es disfrutar la mayor de las riquezas. I Timoteo 6:6 "Un hombre, en efecto, es un medio de gran ganancia cuando va acompañada de contentamiento."

domingo, 25 de enero de 2009

¿DÓNDE VA TU DINERO?

Este era un billete de $200 pesos y otro de $20 pesos que se encontraban en una bolsa de banco en el edificio del banco central. Mientras se encontraban lado a lado, el billete de $20 le preguntó a su compañero, "Oye, amigo, ¿dónde has estado? No te he visto en mucho tiempo." El de $200 respondió: "Amigo, ¡¡Vaya que he tenido trabajo!! He viajado a países distantes, también a los restaurantes más caros, a los casinos más grandes y finos. También he estado en numerosas boutiques, en centros comerciales de lujo, De hecho, justo en esta semana estuve en un concierto de rock, también estuve en un partido de béisbol, otro de básquetbol, en un rodeo, en un balneario, en un salón estilista de gran clase. ¡¡He hecho todo eso!! Después de haber descritos todos esos grandiosos viajes, el billete de $200 pesos le preguntó al de $20, "¿y a ti cómo te ha ido? ¿Dónde has estado?" El billete de $20 pesos respondió, "Bueno, he estado en la Iglesia Bautista, Metodista, también en la Iglesia Episcopal; en la Iglesia de Dios, la Católica, la Mormona, la de los Santos de los Últimos Días, la Iglesia de los Discípulos de Cristo, la Iglesia Anglicana, en la Iglesia Adventista....etc, etc "¡¡¡ESPERA, ESPERA, DETENTE UN M IN U T O !!!" gritó el billete de $200, "¿Qué es una iglesia?"

Tal vez ésta ilustración nos cause un poco de riza, pero desafortunadamente es triste ver como para todos nuestros deseos, caprichos y antojos somos capaces de gastar grandes cantidades de dinero, pero cuando se trata de ofrendar para la causa de Dios en nuestras iglesias, por lo general damos de lo que nos sobra y casi siempre son cantidades pequeñas de dinero.
Proverbios 3.9-10 dice; “honrra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia y tus lagares rebosarán de mosto”
En otras palabras, debemos darle a Dios de lo mejor que tenemos y él cumplirá su promesa y nos regresará mucha mayor bendición.
Si solamente regresamos a Dios el diezmo, no estamos haciendo nada extraordinario, pues es lo mínimo que podemos hacer como cristianos que decimos ser, pero cuando somos generosos con nuestras ofrendas, estamos dando un testimonio de que Dios es, efectivamente el dueño de todo lo que poseemos y que estamos dispuestos a confiar en su provisión para nuestras necesidades personales. Recordemos que mostramos nuestra fe al dar. Jesús dijo que es mejor dar que recibir. Salomón declaró que el hombre generoso prospera.
No olvide que “si sembramos centavos, cosecharemos centavos y si sembramos billetes, cosecharemos billetes”

domingo, 18 de enero de 2009

Administradores fieles

En la Biblia encontramos un pasaje sobre una parábola que Jesús utilizó para ilustrar la responsabilidad que cada uno de nosotros tenemos de administrar sabiamente los recursos que Dios nos a dado. El pasaje lo conocemos como la parábola de los talentos y se encuentra en Mateo 25:14-30.
En esta ocasión quiero reflexionar un poco en las palabras del versículo 21 de éste pasaje: "bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu Señor"
Existen personas que aseguran que si tuvieran más dinero ayudarían a muchas persona necesitadas, por ejemplo; harían donaciones a instituciones de beneficencia, cuidarían de los huérfanos, atenderían a las viudas y estarían dispuestos a ser misioneros para atender las necesidades en otros lugares lejanos para ayudar al prójimo.
Todas estas son buenas ideas y admirables, lo único que no está bien es que estas mismas personas de tanta entrega y sacrificio son aquellas que se niegan a dar los diezmos y las ofrendas a Dios como lo dice su palabra, porque no tiene el deseo de hacerlo o porque no conocen el propósito del plan de Dios.
Es posible medir el compromiso que un cristiano tiene con Dios a través del cumplimiento del mandato de dar de sus bienes para So Obra. Si confesamos que Él es nuestro Señor, también debemos reconocer que es Señor de todo lo que poseemos. Este es el principio de la economía de Dios.
A veces, nos cuesta entender que Dios puede hacer mucho más con nuestros recursos si se lo damos de todo corazón y con alegría. Seremos mejores administradores de todos nuestros bienes si dejamos que El Señor dirija nuestras decisiones financieras.
Si somos fieles a Dios en estos asuntos "pequeños" y sencillos como devolver nuestros diezmos y ofrendas, también seremos fieles en el cuidado de nuestra familia, fieles en ayudar a otros, fieles en el trabajo y con nuestros amigos. De esta manera nos estaremos preparando para recibir de Dios mayores responsabilidades y más bendiciones pues las utilizaremos adecuadamente en beneficio de otras personas porque hemos entendido el plan de Dios para nuestra situación financiera.
El Señor es fiel y derrama diariamente bendiciones sobre todo lo que somos y tenemos; entonces, nosotros también debemos ser fieles con Él.
Que el Señor nos capacite con su sabiduría para entender el propósito de su economía y de esa manera poder cumplir con las expectativas que Él tiene de cada uno de nosotros como sus administradores.

domingo, 11 de enero de 2009

Es tiempo de ahorrar

Es cierto que la crisis que el mundo enfrenta será fuerte y que le puede pegar a muchos. Pero, precisamente, en este tipo de circunstancias desfavorables, el ser humano tiende a volverse más creativo y lucha por salir adelante. Éstos son buenos momentos para educarse en la manera como consumimos, y para ser muy precavidos en las decisiones que pueden afectar la economía del hogar.
Éstos son tips que ofrecen los expertos para cuidar el dinero.
La salud
Es mejor ir a revisiones médicas periódicas para checar tu estado de salud y poder atacar las enfermedades en sus inicios. Tratar enfermedades cuando ya están muy desarrolladas suele ser, además de más difícil, mucho más costoso.También se recomienda guardar los medicamentos sobrantes cuando acabas un tratamiento. De esta manera, si el médico vuelve a recetar esta medicina, ya tienes reservas.
El súper
Si quieres que tu dinero rinda en el súper, es indispensable que hagas una lista de los alimentos y productos de limpieza básicos que necesitas antes de salir de tu casa. De esta manera irás directo por estos artículos y no estarás recorriendo los pasillos y comprando cosas que muchas veces no necesitas.Otra recomendación es hacer un verdadero comparativo de marcas y tiendas. Muchos supermercados ofrecen productos con descuento, pero si se compara toda la compra, algunas tiendas tienen mejores precios.
Las tarjetas
En tiempos de crisis, lo primero es afrontar que se tiene una deuda y después informarte sobre todos sus detalles: tipos de taza, montos, plazos y riesgos. Después, hay que hacer un plan de pagos.Intenta renegociar las deudas con los bancos, con tazas fijas y a plazos tan largos como te convengan. Pero siempre debes cumplir y a la vez tratar de quedarte con efectivo. Usa la tarjeta de crédito sólo cuando sea necesario. Trata de no contraer nuevas deudas.
Los servicios
Cambia las lámparas tradicionales por ahorradoras de energía. Aprovecha todo lo que puedas la luz del día. Checa cuántos watts consumen los aparatos.Para ahorrar agua, por ejemplo, puedes colocar regaderas y sanitarios economizadores, y obviamente acortar el tiempo del baño. Cuidar el gas es fácil si tratas de cocer alimentos en ollas exprés, si mantienes los pilotos apagados y usas el horno sólo cuando es necesario. Trata de usar el teléfono de línea lo más posible, evitando al máximo las llamadas innecesarias en celulares.
La educación
Una gran "rebanada" del presupuesto familiar se va en las colegiaturas de los hijos, sobre todo si éstos acuden a una escuela privada. Para ahorrar en la educación de tus hijos, sin sacrificar calidad, puedes aprovechar los descuentos que existen en algunos planteles que ofrecen rebajas por pagar de contado o por adelantado, claro, si tu bolsillo te lo permite. Enséñale a tus hijos a cuidar sus útiles para que sirvan durante todo el período escolar.
Transporte
Para ahorrar gasolina se sugiere limitar el uso del aire acondicionado, no acelerar bruscamente y tratar de manejar a una velocidad constante. Otra cosa que puedes hacer es planear bien tus recorridos, para que de una sola salida hagas las vueltas que necesites; también puedes hacer viajes con amigos, compañeros o vecinos y así todos ahorran gasolina y benefician al medio ambiente.
Entretenimiento
Come fuera de casa lo menos posible, o bien, limitar tus visitas a restaurantes a una vez a la semana. Busca en internet los cupones de descuento para ciertos restaurantes o parques de diversión. Visita museos o parques naturales cercanos a tu comunidad que tal vez no conoces y cuya entrada es de bajo costo o hasta gratuita.

Fuentes: Edwin Abán Candia, director del Departamento de Economía del Tec de Monterrey; Jorge Garza, profesor titular del departamento de Economía de la UDEM; Ramón Ruiz, director de Arquitectura Financiera; Juan Enrique Nápoles, médico general, y Profeco.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Buscando Centavos

Un día un muchachito estaba caminando cuando descubrió un centavo de cobre brillando en el polvo. Lo recogió y lo sostuvo con entusiasmo. ¡El centavo era suyo y no le había costado nada!Desde ese día, dondequiera que caminaba, mantenía gacha la cabeza, sus ojos inspeccionando atentamente el suelo en busca de más centavos, y quizá otros tesoros aun mayores. Durante su vida, por supuesto, encontró más dinero.En realidad, recogió 302 centavos, 24 monedas de cinco centavos, 41 de diez centavos, 8 de veinticinco centavos, 3 monedas de medio dólar y un gastado dólar de papel... un total de $12.82. Mantuvo en lugar seguro su tesoro, protegiéndolo como una "herencia gratis" de riqueza. Se gozaba con el hecho de que ese dinero no le había costado nada.¿O sí le había costado? Durante la búsqueda de su tesoro perdió de ver la plena belleza de 35 127 puestas de sol, el esplendor de 327 arco iris, la hermosura de blancas nubes flotando por encima de su cabeza en un cielo de cristal azul, pájaros volando a gran altura, ardillas saltando en los árboles de rama en rama por encima de los senderos que transitaba y el brillo de las hojas de otoño danzando contra un fondo de sol otoñal.Lo que obtuvo, $12.82, no fue con seguridad igual a lo que perdió.Los hombres, mientras buscan su sustento, se olvidan de vivir.Salmo 127:2 Es en vano que os levantéis de madrugada, que os acostéis tarde, que comáis el pan de afanosa labor, pues Él da a su amado aun mientras duerme.
Hay cristianos que se pasan gran parte de su vida buscando riquezas, hacen de esto su tarea diaria, es posible que esto se convierta en una obsesión que puede destruir la salud, la familia y las amistades por causa de esa actitud equivocada. Sin lugar a dudas esa no es la perspectiva que Dios quiere para sus hijos, porque, en esta situación, esas personas acaban sintiéndose frustradas y desgraciadas porque se dan cuenta que por encontrar las riquezas materiales, han dejado pasar las cosas más valiosas de la vida y sobre todo se pierden de las riquezas espirituales que el Señor nos ha preparado.

martes, 2 de diciembre de 2008

Las hormigas y nuestro retiro

El tema de nuestro retiro o jubilación es algo que casi nunca tratamos o lo dejamos para cuando estemos más grandes o cuando nos estamos acercando a ese evento. Pero la realidad es que deberíamos empezar a planificar nuestro retiro desde que estamos jóvenes, en ese valioso tiempo cuando nuestra vida productiva es buena y saludable.
La etapa del retiro debe ser una época satisfactoria, en la que se pueda abandonar el trabajo formal y dedicarse a actividades que siempre se quiso hacer, como viajar, tener un pasatiempo, iniciar un nuevo empleo o dedicarle tiempo a la familia. Sin embargo, no es extraño encontrar personas en edad de retiro trabajando debido a que no ahorraron correctamente para mantener su nivel de vida en la jubilación (no quiero con esto decir que sea malo trabajar después de jubilarse).
Sin lugar a dudas la herramienta numero uno para prepararnos para nuestro retiro es el AHORRO. Hay muchas maneras de ahorrar y las instituciones financieras nos ofrecen una diversidad de servicios para administrar nuestro ahorro para el retiro. No debemos confiarnos en que el ahorro exclusivo en las Afores garantizará un buen nivel de vida después de jubilarnos. Para garantizar una jubilación que sea satisfactoria es recomendable comenzar a planearla con varios años de anticipación y si es posible hacer aportaciones voluntarias a nuestra afore o si lo deseamos en cualquier tipo de ahorro con alguna institución bancaria, inclusive en alguna caja de ahorro que tenga la empresa en la que trabajamos.
Es necesario saber cómo los cambios económicos a nivel mundial modifican los esquemas de retiro. Con la crisis que estamos mirando nos podemos dar cuenta cómo nuestro dinero a perdido valor, debido a que las controladoras de nuestras afores invierten nuestros fondos en las bolsas de valores y ante un ambiente de incertidumbre y de preocupación por los mercados financieros, esos fondos han tenido perdidas significativas. Si eres de las personas que acostubran a leer las letras chiquitas de tu estado de cuenta de la afore, te podrás dar cuenta que en general la pérdida a sido del 5 o 6 % en tus ahorros.
Hay que recordar el sabio consejo que encontramos en el libro de Proverbios 6:6-8 "Ve á la hormiga, oh perezoso mira sus caminos, y sé sabio; la cual no teniendo capitán, ni gobernador, ni señor, prepara en el verano su comida y allega en el tiempo de la siega su mantenimiento".
Que consejo tan acertado para nosotros hoy en día. Debemos ser sabios y prepararnos desde ahora para el tiempo de nuestra jubilación. Hoy más que nunca hay que cuidar bien nuestros trabajos, administrar mejor nuestros recursos, nuestras fuerzas, nuestra salud tratar de disminuir el consumo y ahorrar más para tener una jubilación más placentera.
Un consejo que puedo dar a los jóvenes que apenas están terminando una carrera y muy pronto se unirán a la fuerza laboral de este país es que no se confundan pensando que falta mucho para el retiro. Los años pasan rápido y si no nos preparamos desde ahora, entonces nuestro nivel de vida en la jubilación se mirará fuertemente afectado por las malas decisiones que tomamos en nuestra juventud.
Así que como hormiguitas: trabajando y ahorrando