El llamado Caso Madoff, que muchos señalan como el mayor fraude cometido en la historia por una sola persona, ha puesto una vez más en evidencia los riesgos de las llamadas pirámides u otros fraudes financieros, como el Esquema Ponzi. Una pirámide financiera es un mecanismo por medio del cual se promueve que una persona haga que dos de sus conocidos inviertan en un negocio determinado, y esos dos, a su vez, lleven a otros dos… así sucesivamente hasta formar un grupo con estructura piramidal, que lejos de ser una inversión es en realidad un fraude. Se promete a los participantes altos rendimientos, pero al final sólo los iniciadores que están arriba de la pirámide se quedan con el dinero de los participantes. Así, el riesgo es que una persona caiga víctima del fraude y pierda sus ahorros a causa de los siguientes factores:
1.-La desinformación y el engaño.
2.-La falta de educación financiera.
3.-El deseo de obtener grandes ganancias en poco tiempo, que pudiera acentuarse en momentos económicamente difíciles.
4.-Recuerde que nadie regala dinero: entre mayor rendimiento le ofrezcan por su inversión, mayor es el riesgo y la probabilidad de que sea un fraude.
Algunas recomendaciones para no ser víctima de este tipo de esquemas financieros fraudulentos, son los siguientes:
1.-Invierta sólo en instituciones serias.
2.-No invierta en instituciones fuera del territorio mexicano, aunque prometan excelentes rendimientos.
3.-Compruebe, antes de invertir, que se trata de una empresa autorizada.
Recuerde que ninguna institución, excepto los bancos, tiene seguro de protección a los depositantes del IPAB.
La Biblia nos dice en (Proverbios 28:20)
“El hombre de verdad tendrá muchas bendiciones, el que se apresura a enriquecerse,
no será sin culpa”.
Esto quiere decir que cuando nuestras riquezas es producto de un trabajo arduo, que esta de acuerdo con la voluntad de Dios, entonces trae consigo bendiciones, pero por el contrario cuando queremos enrriquecernos rapidamente sin mucho esfuerzo y dedicación, entonces vendrá la maldiciones. Las inversiones arriesgadas y agresivas como los juegos de azar, las apuestas, las pirámides, etc. son programas para enriquecernos rápidamente y el individuo posiblemente tenga que endeudarse, pedir dinero prestado o invertir o incluso actuar de manera engañosa con otras personas para convencerlas. El dinero que puede haber requerido años de esfuerzos para llegar a acumularlo se puede perder en cuestión de días siguiendo esos programas que están en total desacuerdo con la voluntad de Dios.