domingo, 25 de enero de 2009

¿DÓNDE VA TU DINERO?

Este era un billete de $200 pesos y otro de $20 pesos que se encontraban en una bolsa de banco en el edificio del banco central. Mientras se encontraban lado a lado, el billete de $20 le preguntó a su compañero, "Oye, amigo, ¿dónde has estado? No te he visto en mucho tiempo." El de $200 respondió: "Amigo, ¡¡Vaya que he tenido trabajo!! He viajado a países distantes, también a los restaurantes más caros, a los casinos más grandes y finos. También he estado en numerosas boutiques, en centros comerciales de lujo, De hecho, justo en esta semana estuve en un concierto de rock, también estuve en un partido de béisbol, otro de básquetbol, en un rodeo, en un balneario, en un salón estilista de gran clase. ¡¡He hecho todo eso!! Después de haber descritos todos esos grandiosos viajes, el billete de $200 pesos le preguntó al de $20, "¿y a ti cómo te ha ido? ¿Dónde has estado?" El billete de $20 pesos respondió, "Bueno, he estado en la Iglesia Bautista, Metodista, también en la Iglesia Episcopal; en la Iglesia de Dios, la Católica, la Mormona, la de los Santos de los Últimos Días, la Iglesia de los Discípulos de Cristo, la Iglesia Anglicana, en la Iglesia Adventista....etc, etc "¡¡¡ESPERA, ESPERA, DETENTE UN M IN U T O !!!" gritó el billete de $200, "¿Qué es una iglesia?"

Tal vez ésta ilustración nos cause un poco de riza, pero desafortunadamente es triste ver como para todos nuestros deseos, caprichos y antojos somos capaces de gastar grandes cantidades de dinero, pero cuando se trata de ofrendar para la causa de Dios en nuestras iglesias, por lo general damos de lo que nos sobra y casi siempre son cantidades pequeñas de dinero.
Proverbios 3.9-10 dice; “honrra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia y tus lagares rebosarán de mosto”
En otras palabras, debemos darle a Dios de lo mejor que tenemos y él cumplirá su promesa y nos regresará mucha mayor bendición.
Si solamente regresamos a Dios el diezmo, no estamos haciendo nada extraordinario, pues es lo mínimo que podemos hacer como cristianos que decimos ser, pero cuando somos generosos con nuestras ofrendas, estamos dando un testimonio de que Dios es, efectivamente el dueño de todo lo que poseemos y que estamos dispuestos a confiar en su provisión para nuestras necesidades personales. Recordemos que mostramos nuestra fe al dar. Jesús dijo que es mejor dar que recibir. Salomón declaró que el hombre generoso prospera.
No olvide que “si sembramos centavos, cosecharemos centavos y si sembramos billetes, cosecharemos billetes”

domingo, 18 de enero de 2009

Administradores fieles

En la Biblia encontramos un pasaje sobre una parábola que Jesús utilizó para ilustrar la responsabilidad que cada uno de nosotros tenemos de administrar sabiamente los recursos que Dios nos a dado. El pasaje lo conocemos como la parábola de los talentos y se encuentra en Mateo 25:14-30.
En esta ocasión quiero reflexionar un poco en las palabras del versículo 21 de éste pasaje: "bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu Señor"
Existen personas que aseguran que si tuvieran más dinero ayudarían a muchas persona necesitadas, por ejemplo; harían donaciones a instituciones de beneficencia, cuidarían de los huérfanos, atenderían a las viudas y estarían dispuestos a ser misioneros para atender las necesidades en otros lugares lejanos para ayudar al prójimo.
Todas estas son buenas ideas y admirables, lo único que no está bien es que estas mismas personas de tanta entrega y sacrificio son aquellas que se niegan a dar los diezmos y las ofrendas a Dios como lo dice su palabra, porque no tiene el deseo de hacerlo o porque no conocen el propósito del plan de Dios.
Es posible medir el compromiso que un cristiano tiene con Dios a través del cumplimiento del mandato de dar de sus bienes para So Obra. Si confesamos que Él es nuestro Señor, también debemos reconocer que es Señor de todo lo que poseemos. Este es el principio de la economía de Dios.
A veces, nos cuesta entender que Dios puede hacer mucho más con nuestros recursos si se lo damos de todo corazón y con alegría. Seremos mejores administradores de todos nuestros bienes si dejamos que El Señor dirija nuestras decisiones financieras.
Si somos fieles a Dios en estos asuntos "pequeños" y sencillos como devolver nuestros diezmos y ofrendas, también seremos fieles en el cuidado de nuestra familia, fieles en ayudar a otros, fieles en el trabajo y con nuestros amigos. De esta manera nos estaremos preparando para recibir de Dios mayores responsabilidades y más bendiciones pues las utilizaremos adecuadamente en beneficio de otras personas porque hemos entendido el plan de Dios para nuestra situación financiera.
El Señor es fiel y derrama diariamente bendiciones sobre todo lo que somos y tenemos; entonces, nosotros también debemos ser fieles con Él.
Que el Señor nos capacite con su sabiduría para entender el propósito de su economía y de esa manera poder cumplir con las expectativas que Él tiene de cada uno de nosotros como sus administradores.

domingo, 11 de enero de 2009

Es tiempo de ahorrar

Es cierto que la crisis que el mundo enfrenta será fuerte y que le puede pegar a muchos. Pero, precisamente, en este tipo de circunstancias desfavorables, el ser humano tiende a volverse más creativo y lucha por salir adelante. Éstos son buenos momentos para educarse en la manera como consumimos, y para ser muy precavidos en las decisiones que pueden afectar la economía del hogar.
Éstos son tips que ofrecen los expertos para cuidar el dinero.
La salud
Es mejor ir a revisiones médicas periódicas para checar tu estado de salud y poder atacar las enfermedades en sus inicios. Tratar enfermedades cuando ya están muy desarrolladas suele ser, además de más difícil, mucho más costoso.También se recomienda guardar los medicamentos sobrantes cuando acabas un tratamiento. De esta manera, si el médico vuelve a recetar esta medicina, ya tienes reservas.
El súper
Si quieres que tu dinero rinda en el súper, es indispensable que hagas una lista de los alimentos y productos de limpieza básicos que necesitas antes de salir de tu casa. De esta manera irás directo por estos artículos y no estarás recorriendo los pasillos y comprando cosas que muchas veces no necesitas.Otra recomendación es hacer un verdadero comparativo de marcas y tiendas. Muchos supermercados ofrecen productos con descuento, pero si se compara toda la compra, algunas tiendas tienen mejores precios.
Las tarjetas
En tiempos de crisis, lo primero es afrontar que se tiene una deuda y después informarte sobre todos sus detalles: tipos de taza, montos, plazos y riesgos. Después, hay que hacer un plan de pagos.Intenta renegociar las deudas con los bancos, con tazas fijas y a plazos tan largos como te convengan. Pero siempre debes cumplir y a la vez tratar de quedarte con efectivo. Usa la tarjeta de crédito sólo cuando sea necesario. Trata de no contraer nuevas deudas.
Los servicios
Cambia las lámparas tradicionales por ahorradoras de energía. Aprovecha todo lo que puedas la luz del día. Checa cuántos watts consumen los aparatos.Para ahorrar agua, por ejemplo, puedes colocar regaderas y sanitarios economizadores, y obviamente acortar el tiempo del baño. Cuidar el gas es fácil si tratas de cocer alimentos en ollas exprés, si mantienes los pilotos apagados y usas el horno sólo cuando es necesario. Trata de usar el teléfono de línea lo más posible, evitando al máximo las llamadas innecesarias en celulares.
La educación
Una gran "rebanada" del presupuesto familiar se va en las colegiaturas de los hijos, sobre todo si éstos acuden a una escuela privada. Para ahorrar en la educación de tus hijos, sin sacrificar calidad, puedes aprovechar los descuentos que existen en algunos planteles que ofrecen rebajas por pagar de contado o por adelantado, claro, si tu bolsillo te lo permite. Enséñale a tus hijos a cuidar sus útiles para que sirvan durante todo el período escolar.
Transporte
Para ahorrar gasolina se sugiere limitar el uso del aire acondicionado, no acelerar bruscamente y tratar de manejar a una velocidad constante. Otra cosa que puedes hacer es planear bien tus recorridos, para que de una sola salida hagas las vueltas que necesites; también puedes hacer viajes con amigos, compañeros o vecinos y así todos ahorran gasolina y benefician al medio ambiente.
Entretenimiento
Come fuera de casa lo menos posible, o bien, limitar tus visitas a restaurantes a una vez a la semana. Busca en internet los cupones de descuento para ciertos restaurantes o parques de diversión. Visita museos o parques naturales cercanos a tu comunidad que tal vez no conoces y cuya entrada es de bajo costo o hasta gratuita.

Fuentes: Edwin Abán Candia, director del Departamento de Economía del Tec de Monterrey; Jorge Garza, profesor titular del departamento de Economía de la UDEM; Ramón Ruiz, director de Arquitectura Financiera; Juan Enrique Nápoles, médico general, y Profeco.