“No confiéis en la violencia, Ni en la rapiña; no os envanezcáis: Si se aumentan las riquezas, no pongáis el corazón en ellas” Salmo 62:10.
Que vana es la vida de aquel que se angustia por las riquezas y corre tras el dinero, la fama, el poder y los bienes materiales, creyendo en ello encontrará la felicidad. Hoy, yo no quiero poder mi confianza en los bienes materiales, ni en el dinero.
Solo quiero poder mi confianza e el Señor quién vive y permanece para siempre. Que no vale angustiarnos o correr desesperadamente tras el dinero o las riquezas lo confirman hombres que han tenido y han dicho palabras con mucho peso como Juan Rockefeller, quien dijo: “ He hecho muchos millones pero no me han traído ninguna felicidad. Los cambiaría de buena gana por aquellos días en que me sentaba ante mi mesa de trabajo en Cleveland y me consideraba rico con un sueldo de tres dólares a la semana”.
Podemos añadir que este famoso millonario, además de tener la salud quebrantada necesitaba una guarda permanente para preservar su vida de enemigos codiciosos de su fortuna.
W. Vanderbilt dijo: “ La administración de 200 millones de dólares es un peso bastante grande para anonadar cualquier cerebro, es un peso aplastante capaz de matarle a uno. No hay en ello ningún placer”. Juan Jacobo Astor dejó cinco millones de dólares, una gran fortuna en su tiempo, pero había sido un mártir de la dispepsia y la melancolía. Su confesión fue: Soy el hombre más miserable de la tierra.
Henry Ford, el Rey de los automóviles dijo: “ El trabajo es el único placer, es tan solo el trabajo lo que me conserva vivo y hace la vida digna de ser vivida. Yo era más feliz cuando hacía el trabajo de mecánico”
Señor, gracias por todo lo que haz hecho en mi vida y por todo lo recibido de tu mano por tu misericordia.
Quiero estar contento con lo que tengo y trabajar con equilibrio por lo que no tengo, pero por encima de todo poner mi confianza únicamente en ti. Señor ayúdame a jamar poner mi confianza en las riquezas o en los bienes materiales.
Tú eres quien das la vida y la fuerza para trabajar y nuestra confianza únicamente debe estar en ti.
Ayúdame a permanecer e la perspectiva correcta de buscar primeramente tu Reino y tu Justicia sabiendo que lo demás será por añadidura. Si pongo hoy mi confianza en lo material pronto me veré envuelto en la angustia y la decepción, pero si pongo mi confianza en ti, pronto me veré envuelto en tu paz y tu bendición. Amen.
fuente: Dr. Serafín Contreras Galeano http://www.serafincontreras.com/
Que vana es la vida de aquel que se angustia por las riquezas y corre tras el dinero, la fama, el poder y los bienes materiales, creyendo en ello encontrará la felicidad. Hoy, yo no quiero poder mi confianza en los bienes materiales, ni en el dinero.
Solo quiero poder mi confianza e el Señor quién vive y permanece para siempre. Que no vale angustiarnos o correr desesperadamente tras el dinero o las riquezas lo confirman hombres que han tenido y han dicho palabras con mucho peso como Juan Rockefeller, quien dijo: “ He hecho muchos millones pero no me han traído ninguna felicidad. Los cambiaría de buena gana por aquellos días en que me sentaba ante mi mesa de trabajo en Cleveland y me consideraba rico con un sueldo de tres dólares a la semana”.
Podemos añadir que este famoso millonario, además de tener la salud quebrantada necesitaba una guarda permanente para preservar su vida de enemigos codiciosos de su fortuna.
W. Vanderbilt dijo: “ La administración de 200 millones de dólares es un peso bastante grande para anonadar cualquier cerebro, es un peso aplastante capaz de matarle a uno. No hay en ello ningún placer”. Juan Jacobo Astor dejó cinco millones de dólares, una gran fortuna en su tiempo, pero había sido un mártir de la dispepsia y la melancolía. Su confesión fue: Soy el hombre más miserable de la tierra.
Henry Ford, el Rey de los automóviles dijo: “ El trabajo es el único placer, es tan solo el trabajo lo que me conserva vivo y hace la vida digna de ser vivida. Yo era más feliz cuando hacía el trabajo de mecánico”
Señor, gracias por todo lo que haz hecho en mi vida y por todo lo recibido de tu mano por tu misericordia.
Quiero estar contento con lo que tengo y trabajar con equilibrio por lo que no tengo, pero por encima de todo poner mi confianza únicamente en ti. Señor ayúdame a jamar poner mi confianza en las riquezas o en los bienes materiales.
Tú eres quien das la vida y la fuerza para trabajar y nuestra confianza únicamente debe estar en ti.
Ayúdame a permanecer e la perspectiva correcta de buscar primeramente tu Reino y tu Justicia sabiendo que lo demás será por añadidura. Si pongo hoy mi confianza en lo material pronto me veré envuelto en la angustia y la decepción, pero si pongo mi confianza en ti, pronto me veré envuelto en tu paz y tu bendición. Amen.
fuente: Dr. Serafín Contreras Galeano http://www.serafincontreras.com/